lunes, 27 de octubre de 2008

EL PRINCIPITO0

Es un libro singular, una obra muy humana es una historia cargada de sensibilidad, dedicada a Lean Wearth, un amigo judío de Saint-Exúpery que se encontraba en un campo de concentración, una persona mayor que puede comprenderlo todo, hasta los libros para niños.

Un lenguaje sencillo pero con un don: la capacidad de trasmisión de ideas. Para Saint-Exúpery le petit prince representa su amigo LW, un amigo que conoce en una circunstancia inesperada, para ser más específico, en un aprieto. Ese amigo, que llega a convertirse en el mejor, le enseñó muchas cosas, compartieron una filosofía, y llegó a ser alguien muy importante en su vida (viene siendo el roce diario con el principito y las historias del mismo sobre sus viajes por diferentes planetas, donde conocerá distintas clases de personas). Pero existe una causa externa, ajena a ambos, que los obliga a separarse, se trata de la muerte (causa inevitable del fascismo para los judíos), el supuesto regreso del principito a su planeta. La circunstancia da pie al diálogo siguiente:

-Las gentes tienen estrellas que no son las mismas. Para unos, que viajan, las estrellas son guías. Para otros no son más que pequeñas luces. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas callan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido...
-¿Qué quieres decir?
-Cuando mires el cielo de noche, como yo habitaré en una de ellas, como reiré en una de ellas, te parecerá como si todas las estrellas rieran. ¡Tú, tú tendrás esas estrellas que saben reír!

Amistad constante más allá de la muerte, frase del cuento de García Márquez. La muerte aún no es un hecho, queda la duda, el dilema sobre si la oveja se comió la flor. La flor no es más que la vida, a lo largo de qué gira la historia del principito, pues de la flor, ahí está, esta es su vida...

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