sábado, 5 de abril de 2008

LA CUITA DE ERCILLA

Esta es la primera octava del canto VIII Ercilla pone en boca de un indio su propia cuita :





Un limpio honor del anima ofendida


Jamàs pude olvidar aquella afrenda


trayendo al hombre asi escogido


que de ellos sin hablar de larga cuenta.


y en el mayor contento desabrido


se le pone delante, y representa


la dura y grande afrenda con el miedo


que todos le señalen con el dedo





Canto XXVIII de la parte III





Y yo que, tan sin rienda, al mundo he dado


el tiempo de mi vida mas florido,


y siempre por caminos, despeñado


mis vanas esperanzas he seguido,


visto ya el poco fruto que he sacado


y lo mucho que a Dios tengo ofendido,


conociendo mi error de aqui adelante,


sera razon que llore y no cante





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