La ira. Menudo hijo de puta está hecho éste. Acaba con cualquiera. Si no se le planta cara desde el minuto cero termina apoderándose de todos los momentos... hay que mantenerlo a raya siempre.
El odio. Solo engendra más odio, es lo peor que tiene. Odiar no sirve para nada. No arregla nada, no cambia nada, no alivia a nadie, solo sirve para engendrar más y más odio. Se alimenta de sí mismo. Si se le deja espacio, es como un cancer.
El cancer. Devastador... puede acabar con tu vida, puede dejarte mermas físicas, puede dejarte mermas psíquicas, pero nunca te deja indiferente. Si aparece has de apretarte bien los machos, porque toca sufrir. Pero se le puede vencer.
El miedo. Dejarle espacio es como amputarse la alegría de vivir. Nunca hay que dejarse vencer ni dominar por él. Es como empezar a morir. El miedo te ata te pies y manos, te amordaza, te venda los ojos, te deja sordo y ciego, y te come medio cerebro, te impide pensar en libertad y te condena a vivir priosionero toda tu vida. A éste hay que plantarle cara con descaro.
Y mi último gran descubrimiento: un monstruo que erróneamente busqué fuera, pero que he hallado en mi interior, lo que lo hace mucho más peligroso aún. Me refiero a MI PROPIO MIEDO. Este es muy difícil de vencer, porque primero hay que descubrirlo... es muy hábil ocultandose entre mil excusas, mil razones y mil argumentos... todos maravillosos... pero si vas escarvando... al final le quitas la careta. Y derrotar a este monstruo es IMPRESCINDIBLE para enfrentarte con alguna opción a los otros monstruos. Es frecuente que solo con ayuda de BUENA GENTE puedas llegar a descubrirle... quizás algún ángel, quizás alguna bruja... mejor que vuele alto, será que se ve todo mejor.
Pues aquí los tenéis... mis monstruos. Yo ya los conozco. Y ahora les hablo de tú a tú.
Ya los he visto dudar.
NAGORITO52
El odio. Solo engendra más odio, es lo peor que tiene. Odiar no sirve para nada. No arregla nada, no cambia nada, no alivia a nadie, solo sirve para engendrar más y más odio. Se alimenta de sí mismo. Si se le deja espacio, es como un cancer.
El cancer. Devastador... puede acabar con tu vida, puede dejarte mermas físicas, puede dejarte mermas psíquicas, pero nunca te deja indiferente. Si aparece has de apretarte bien los machos, porque toca sufrir. Pero se le puede vencer.
El miedo. Dejarle espacio es como amputarse la alegría de vivir. Nunca hay que dejarse vencer ni dominar por él. Es como empezar a morir. El miedo te ata te pies y manos, te amordaza, te venda los ojos, te deja sordo y ciego, y te come medio cerebro, te impide pensar en libertad y te condena a vivir priosionero toda tu vida. A éste hay que plantarle cara con descaro.
Y mi último gran descubrimiento: un monstruo que erróneamente busqué fuera, pero que he hallado en mi interior, lo que lo hace mucho más peligroso aún. Me refiero a MI PROPIO MIEDO. Este es muy difícil de vencer, porque primero hay que descubrirlo... es muy hábil ocultandose entre mil excusas, mil razones y mil argumentos... todos maravillosos... pero si vas escarvando... al final le quitas la careta. Y derrotar a este monstruo es IMPRESCINDIBLE para enfrentarte con alguna opción a los otros monstruos. Es frecuente que solo con ayuda de BUENA GENTE puedas llegar a descubrirle... quizás algún ángel, quizás alguna bruja... mejor que vuele alto, será que se ve todo mejor.
Pues aquí los tenéis... mis monstruos. Yo ya los conozco. Y ahora les hablo de tú a tú.
Ya los he visto dudar.
NAGORITO52
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