Me desperté pensando en donde estás,
en cuantos años luz te encontraré,
me despertó la claridad
e hirió mis ojos
asombrados y tristes
contagiados del llanto matinal
en la ventana.
Me desperté creyendo
que todo fue un sueño,
que a la vuelta del mundo
en cualquier calle
un día Te encontraré...
El reloj caminó,
el tiempo,
-cruel verdugo-
cumplió nuestra cita con el tiempo
y aquí estamos hoy
tú y yo:
SEIS DE SETIEMBRE
doce meses de tu partida,
silencio en tu habitación,
sin luz la casa...
aún te busco
y creo que un día volverás...
El viento asoma
por las rendijas de la vieja puerta de madera...
trayendo el eco de tu voz y de tus pasos,
pero tú ya no estás más
y en este triste amanecer
te he recordado
tú, tan lejano
y tan cercano a mi ser,
querida mamà,
querid Gerita Pascuala,
ángel de luz
que un día no te vi nacer
y despedí, en un triste atardecer
de setiembre negro.
Hace un año ya,
querida madre mìa.
Elevo mi oración a Dios
por tu primer año de luz
tu advenimiento a la vida eterna
y tu encuentro en la morada
misteriosa de Dios.
Desde la ciudad de Caxamarca,
tu hijo que te quiere...
Un beso y un abrazo, nunca te olvidaré.
Nagorito.
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