EL “ORO NEGRO” Y LA CARA DURA DEL PODER
Por Sociólogo Avelino Zamora Lingán
Cuando se escuchan los argumentos de personajes vinculados a la Sociedad Nacional de Industrias, CONFIEP, sociedad nacional de Energía y Minas, políticos, voceros del neoliberalismo y, sobre todo, a los políticos y funcionarios públicos implicados directa e indirectamente en los PETROAUDIOS, no nos queda sino decirnos a sí mismos ¡QUÉ CARA DURA TIENE EL PODER!, cuando cientos, miles o quizá millones de dólares, provenientes de coimas, sobornos, “aceitadas” o “comisiones”, están engrosando permanentemente sus bolsillos, chequeras y cuentas bancarias. “La corrupción siempre a existido”, “Corrupción existe en todo el mundo”, “Los audios son manipulados por la oposición”, “Es un hecho aislado”, “Por dos corruptos no se va poner en riesgo la democracia y la gobernabilidad”, “cambiamos el gabinete y se acabó el problema”, “Sacamos a cinco o seis ministros y aquí no ha pasado nada”, etc. etc. son los argumentos más frecuentes de cuanto político y personaje entrevistado, las mismas que son difundidas por los instrumentos mediáticos, talvez con el único objetivo de restar importancia a un fenómeno social que desde hace ya un buen tiempo se ha generalizado e intensificado a lo largo y ancho de nuestra patria: LA CORRUPCIÓN DE CUELLO Y CORBATA.
Sin embargo, cuando cínicamente sostienen: “corrupción siempre ha existido”, no dejan de tener razón, pues no hacen sino aceptar que la aristocracia primero y después la burguesía, clases sociales que siempre han sido dueñas del poder económico y político en toda América Latina, incluido el Perú, siempre se han estructurado como clases dominantes y gobernantes, enriqueciéndose, desenfrenadamente, realizando, seguramente, los negociados más oscuros con nuestros recursos naturales, entre éstos con el petróleo. Por ello es que hoy ven a la corrupción de cuello y corbata, como “algo normal”, que “siempre ha existido”. Tal es así que, Eduardo Galeano, en su ensayo ” El Petróleo, las maldiciones y las azañas”, encontrado en su famoso libro “Las Venas Abiertas de América Latina” nos dice .lo siguiente:
“El petróleo es, junto con el gas natural, el principal combustible de cuantos ponen en marcha al mundo contemporáneo, una materia prima de creciente importancia para la industria química y el material estratégico primordial para las actividades militares. Ningún otro ‘imán’ atrae tanto como el “oro negro” a los capitales extranjeros ni existe otra fuente de tan fabulosas ganancias: el petróleo es la riqueza más monopolizadora en todo el sistema capitalista. No hay empresarios que disfruten del poder político y económico que ejercen en escala universal las grandes corporaciones de la Estándar Oil y la Shell levantan y destronan leyes y presidentes, financian conspiraciones palaciegas y golpes de Estado, disponen de innumerables generales, ministros y James Bonds y en todas las comarcas y en todos los idiomas deciden el curso de la guerra y de la paz”, en resumen: :las transnacionales en general y las petroleras en particular, (salvo algunas excepciones) han decidido los destinos de los pueblos latinoamericanos, ya sea de manera legal o a punto de corrupción, que equivale a famosas “aceitadas”.
A lo afirmado por Galeano en el texto anterior, hay que agregar que, junto con los procesos de exploración y explotación de los yacimientos petrolíferos, se genera otro gran proceso: el de CORRUPCIÓN, tal y como se acaba de descubrir a través de los petro-audios. No obstante, como se sostiene, desde los grupos de poder, respecto a que “siempre ha existido corrupción”, hecho que todos los peruanos acabamos de presenciar, en los niveles más descarados, sería sólo la punta del iceberg o resulta probablemente “insignificante” frente a los hechos de corrupción practicada a lo largo de la vida republicana, durante las concesiones, privatizaciones y licitaciones de los pozos petroleros. Es más, es previsible que la práctica de corrupción no sólo se haya ejercido en torno a este valioso recurso, como es el petróleo, sino, también, en torno al resto de recursos: Gas, minerales, privatización de servicios públicos, etc. Creo, hipotéticamente, que si alguien investigara todos los procesos de privatización, licitaciones, compras estatales, venta de servicios públicos a los capitales extranjeros y nacionales, sólo los que se realizaron durante la década más corrupta de la historia, es decir, la del 1990, con el fujimonte- cinismo, a la fecha, seguramente descubriría no uno o dos corruptos, sino cientos o quizá miles de ellos (hoy llamados acertadamente RATAS) que estuvieron en el poder político y ejercieron la función pública, influenciando y decidiendo, previa “aceitada”, sobre los procesos de privatización, licitación, compras estatales, venta de los recursos naturales y de los servicios públicos de nuestro país.
Esta forma de gobernar al país, donde gran parte de políticos y funcionarios públicos, se enriquecen fácilmente y luego fugan a cualquier parte del mundo a gozar con los dineros provenientes de las “ACEITADAS” o mejor dicho, con los dineros del pueblo, explica el afán y el interés por privatizar, licitar y concesionar los recursos y los servicios públicos a precios relativamente irrisorios y el interés y afán por mantener un modelo económico neoliberal donde, dizqué, el ”mercado lo regula todo”. ¡Claro! un modelo económico donde el Estado se limita a cumplir el rol de simple recaudador de impuestos y de gendarme represor, ganan las transnacionales, ganan los funcionarios públicos, ganan políticos como los Rómulo León Alegría, los Kimper, los Fujimori, los Montesinos, los Kuori, los Parker, etc, etc, etc; mientras, al pueblo se le mantiene a raya, bajo estricto control y represión, dándole migajas a través de programas sociales paternalistas, negándole educación, salud, vivienda, empleo digno y vida digna.
Pero, esta forma de gobernar, donde las “RATAS” pueden invadir fácilmente las entidades públicas, también exige, además de poderosos raticidas, un estricto control social sobre quienes protesten en contra, a quién el mismo mandatario lo ha bautizado con el nombre de “perros del hortelano”. Es decir, para que las “ratas” coman el “quezo” o la “torta” a su libre albedrío y hasta el hartazgo (o mejor dicho para que los corruptos y corruptores de cuello y corbata roben a su gusto), el “perro”, es decir el pueblo, tiene que estar durmiendo, tiene que haber un clima de paz y democracia, muy parecida a la paz de los cementerios. Para ello la solución es criminalizar a todos los que protestan en contra de su situación socioeconómica y de la ratería, colocándole, adjetivos, tales como “terroristas”, “comunistas”, “violentistas”, “revoltosos”, “izquierdistas”, adjetivos que se suman al de “perros del hortelano”. Así, bajo diversos tipos de amenazas, represión y otras acciones en contra del pueblo, se siembra temor, miedo, conformismo, fatalismo en la conciencia del pueblo, de tal forma que cuando vea, escuche, casos como el de Kuori – Montesinos, o como los de la compra de editoriales en los medios de comunicación, o el de los petro audios, con León – Kimper, entre otros, el pueblo sólo se resigne, muestre su impotencia y únicamente clame al Todopoderoso para que no haya corrupción; o, de lo contrario, junto con los políticos corruptos y los grupos de poder económico, también se limite a decir “LA CORRUPCIÓN SIEMPRE HA EXISTIDO” Y “SIEMPRE EXISTIRÁ”, tal como me lo comentaba un ingeniero hace unos días. Por lo tanto, la corrupción en esta sufrida paria inca, donde alguna vez predominaron los principios AMA SUA, AMA QUELLA y AMA LLUCLLA, es un fenómeno social que se ha institucionalizado y se ha convertido, a vista y paciencia de los propios peruanos, de América y del mundo, casi en una manifestación “cultural”.
Finalmente, nos queda dos hechos que comentar: el primero corrobora lo que acabamos de decir. A la clase dominante no le interesa el tema de la corrupción de alto nivel que acaba de descubrirse en el corazón mismo del Estado, existe un esfuerzo común por minimizar y restar importancia al hecho. Al contrario, que no cause admiración si los denunciantes resultan denunciados y que los primeros vayan a la cárcel y los segundos sean premiados. Pues así es como vamos de mal a peor con los casos de corrupción. La aparición del video Kuori – Montesinos se trajo abajo no a unos cuantos ministros sino al mismo Fujimori, Presidente de la república y su gabinete; hoy con la aparición de los petro audios, dando cuenta de hechos de corrupción al más alto nivel, sólo se cambia a unos cuantos ministros. ¿Cual es la diferencia entre el primer caso y el de los petro-audios? El segundo es el hecho de nombrar a Yehude Simon Munaro, ex izquierdista, como Premier. ¿Qué puede cambiar este nombramiento? A mi entender muy poco. Pues, primero porque la corrupción no es algo aislado, que de vez en cuando sucede o es descubierta en algún lugar alejado de nuestro país, la corrupción es un fenómeno social que ha sido institucionalizada y generalizada; lo cual significa que es la estructura o sistema social mismo lo que está en cuestión. En estas condiciones, no sólo es el hecho de cambiar personas o personajes lo que va solucionar la crisis de nuestro país, especialmente el fenómeno de la corrupción. Salvo que el Sr. Yehude Simon decida, de pronto, revisar Contratos mineros, cambiar los artículos anti-comunidades, como la llamada “ley de la selva”, derogar el artículo que criminaliza las protestas sociales, otorgar “rostro humano” al modelo económico, etc. para dar señales de que algo se quiere cambiar en este país. Segundo, para nadie es un secreto que Yehude Simon tiene aspiraciones presidenciales; pero, su nombramiento como Premier de un régimen que está cayéndose a pedazos, debido a su “matrimonio” con los grupos de poder económico locales y con las transnacionales y a la práctica de la corrupción, hoy evidente ¿no afectará tales aspiraciones? ¿no se habrá metido al fuego muy tempranamente? Es probable dos consecuencias: o se quema, de una vez por todas y deja el Premierato sin pena ni gloria y, tal vez con otro descubrimiento de corrupción de alto nivel; o mejora su imagen y levanta vuelo presidencial. Desde mi humilde perspectiva creo más en la primera probabilidad que en la segunda, puesto que para creer en la segunda, la del vuelo presidencial, el Sr. Yehude tendría que confrontarse con los intereses de los grupos de poder, empezando por derogar o por lo menos plantear la derogación de los más de 100 artículos anti-populares, promulgadas por su hoy jefe Alan García. ¿No será que el objetivo de fondo del nombramiento a Yeude Simon, como Premier, es, por un lado levantar cierta popularidad gubernamental y, por otro, de sacarlo del camino presidencial, es decir, “quemarlo” o cortarle las alas, para evitar una fuerte competencia el 2011? Pues, el APRA, en este tipo de jugadas políticas si que ha demostrado, a lo largo de la historia, tener habilidad y experiencia. De todas formas, la dinámica de los hechos nos dará o no la razón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario