Siempre ha sido para mí como un veneno que lentamente corroe todas y cada una de mis arterias.
Siempre ha sido como un constante martilleo en el alma, como un eterno puño lacerando el corazón.
Ha sido una revolución de sentimientos de dolor y Amor mezclados con los brotes de furia y rebeldía de mis neuronas.
Y son cosas que a mis años no he aprendido a soportar ni a entender. La ausencia siempre ha sido terrible. La sombra de la distancia es una llaga mortal que duele, que hiere en lo mas profundo y desangra de a poco hasta debilitar y hacer palidecer a la mas bella y sana flor.
Pero sigo adelante porque cada regreso a casa es como un encuentro con DIOS: Ahí está Mamá y mis hermanos con sus brazos abiertos y todo su cariño limpio y puro. Allá está mi raíz: la tierra sembrada y extendida con su color verde y caracterísico olor a Vida y esperanza, a tierra mojada. Los árboles altos y las montañas a lo lejos, los caminos de tierra y los arroyos. Allá están mis amigos, las mujeres que me amaron y que amé. Los grandes y preciosos recuerdos de aquellos dias.
Acá tengo mi trabajo y mi otra familia a la que también amo, pero el estar lejos de mi centro es un muerte silenciosa y lenta.
Allá arriba hay una estrellita luminosa que me guía y me da fe: son los grandes ojos de Mamá, al lado de Dios y que me dice: "Tranquilo, hijo; la vida es así. A veces no podemos tener todo lo que queremos, pero debemos querer lo que tenemos. Animo, tienes mucho qué hacer aún...
Siempre ha sido como un constante martilleo en el alma, como un eterno puño lacerando el corazón.
Ha sido una revolución de sentimientos de dolor y Amor mezclados con los brotes de furia y rebeldía de mis neuronas.
Y son cosas que a mis años no he aprendido a soportar ni a entender. La ausencia siempre ha sido terrible. La sombra de la distancia es una llaga mortal que duele, que hiere en lo mas profundo y desangra de a poco hasta debilitar y hacer palidecer a la mas bella y sana flor.
Pero sigo adelante porque cada regreso a casa es como un encuentro con DIOS: Ahí está Mamá y mis hermanos con sus brazos abiertos y todo su cariño limpio y puro. Allá está mi raíz: la tierra sembrada y extendida con su color verde y caracterísico olor a Vida y esperanza, a tierra mojada. Los árboles altos y las montañas a lo lejos, los caminos de tierra y los arroyos. Allá están mis amigos, las mujeres que me amaron y que amé. Los grandes y preciosos recuerdos de aquellos dias.
Acá tengo mi trabajo y mi otra familia a la que también amo, pero el estar lejos de mi centro es un muerte silenciosa y lenta.
Allá arriba hay una estrellita luminosa que me guía y me da fe: son los grandes ojos de Mamá, al lado de Dios y que me dice: "Tranquilo, hijo; la vida es así. A veces no podemos tener todo lo que queremos, pero debemos querer lo que tenemos. Animo, tienes mucho qué hacer aún...
nagorito52
No hay comentarios:
Publicar un comentario