El amor es bello, desprendido, sin interés, que a veces duele cuando te hieren o no eres correspondido.
Ahora bien, el amor hay que cultivarlo, cuidarlo, atenderlo, hacerlo crecer y nunca olvidarse de que existe. El amor es una flor que hay que rociar constantemente, si no se muere o marchita. ¿Cómo se cultiva el amor? Pues con detalles, con mucho cariño siempre. Nunca puedes dejar de darle un beso cada día y decirle «cuánto te quiero», un abrazo, una caricia, una llamada por teléfono si estás lejos, un poema, una canción dedicada a ella, un regalito modesto, como una flor...
Hay detalles que no se pueden olvidar, estés donde estés, sea lo que sea que estés haciendo...´
Hoy me siento melancólico...a mi siempre mantendrás.
Beso de alguien extraño...
Ahora bien, el amor hay que cultivarlo, cuidarlo, atenderlo, hacerlo crecer y nunca olvidarse de que existe. El amor es una flor que hay que rociar constantemente, si no se muere o marchita. ¿Cómo se cultiva el amor? Pues con detalles, con mucho cariño siempre. Nunca puedes dejar de darle un beso cada día y decirle «cuánto te quiero», un abrazo, una caricia, una llamada por teléfono si estás lejos, un poema, una canción dedicada a ella, un regalito modesto, como una flor...
Hay detalles que no se pueden olvidar, estés donde estés, sea lo que sea que estés haciendo...´
Hoy me siento melancólico...a mi siempre mantendrás.
Beso de alguien extraño...
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