miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

La última publicación sobre discriminación de la Defensoría del Pueblo señala que entre enero del 2006 y mayo del 2007, de 67 casos de presunta discriminación, solo siete son por racismo.

Según Julio Mancilla, comisionado de la Adjuntía de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, se trata de un número reducido no porque no exista racismo, sino porque mucha gente no lo denuncia.

"Muchas personas no suelen denunciar por vergüenza, desconfianza en las autoridades o porque creen que no van a conseguir nada haciéndolo. Hay estudios que señalan que la discriminación racial sucede con más frecuencia que otras", afirma Mancilla.

Asimismo, adelantó que la defensoría estaría preparando otro documento al respecto, con información actualizada, que espera esté listo a fin de año.

En un país tan variado como el nuestro, donde el que no tiene de inga tiene de mandinga, también existe la separación o calificación racial que escapa a la discriminación. En otras palabras, apelativos como 'cholo', 'negro', 'zambo', 'gringo', 'chino' no son necesariamente despectivos en la medida en que son usados como términos cariñosos sin tono peyorativo. Muy distinto al uso de dichos apelativos en otras circunstancias, digamos, más hostiles, donde esos calificativos serán, quizá, el complemento del insulto más usado. (El lector podría ilustrarse al respecto si se para en un cruce complicado en hora punta y presta atención a lo que se gritan mutuamente muchos choferes).

Finalmente, el color de la piel no tendría por qué ser el punto de referencia. Niche ya decía: "Hay Mosquera blanco, hay Mosquera negro, por el hecho de que le haya caído más leche al café, ya no son Mosquera". No pues, así no vale.

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