Existimos para los otros, en los ojos de los otros, nuestra identidad se constituye a través de la mirada de los otros; los ojos de los demás son nuestro espejo, miramos a nuestros rostros en los ojos de los demás. Ese es el gran problema, porque los demás no pueden ver nuestro ser interior. Así los ojos de la gente reflejan nuestra riqueza, nuestros logros mundanos, nuestra ropa de marca y cuando vemos que otros piensan que somos pobres, empezamos a inclinarnos en esa dirección.
Acumulamos objetos solo para ver que somos ricos a los ojos de los demás. Nuestra identidad está constituida por nuestro reflejo. Vivir continuamente por los demás, ese es realmente el problema: hemos nacido dentro de una sociedad, vivimos y morimos en sociedad y la sociedad significa ojos a nuestro alrededor que nos observa todo el tiempo.
Todo cuanto esos ojos reflejan nos afecta directamente y se imprime en cada uno de nosotros. Si todos piensan que somos buenas personas, comenzamos a sentirnos bien, de lo contrario, comenzamos a sentirnos mal. Nuestra identidad depende de los otros, es una hipnosis a través de los demás.
Lo que impresiona a los otros es siempre lo que posees, jamás lo que realmente eres. Cultiva la soledad, vive con los otros, pero no te dejes agotar con ellos.
¡Olvídate de los otros! Por unos minutos mira solo a tu interior, entonces sentirás el sufrimiento y la pena interior, sentirás que te encuentras vacío, en ese momento puede ser que comiences a buscar la riqueza interior, el tesoro que existe dentro de ti, no los tesoros que están esparcidos por todo el mundo.
Muchas son las riquezas externas, pero solo uno el tesoro interior. Muchas son las dimensiones y direcciones externas, pero solo una la meta interior.
Todo cuanto poseas en este mundo te será arrebatado. Sientes que posees cosas, pero cuando mueras esas cosas quedarán aquí y otro a su vez las poseerá. Tus posesiones son solo un sueño, a veces están allí, y otras veces ya no están. Si existe la vida, no es más que un esperar de la muerte. Si buscas lo eterno, estarás en la verdad. Solo puedes poseerte a ti mismo, tu Ser, es lo único que en realidad puedes poseer.
Acumulamos objetos solo para ver que somos ricos a los ojos de los demás. Nuestra identidad está constituida por nuestro reflejo. Vivir continuamente por los demás, ese es realmente el problema: hemos nacido dentro de una sociedad, vivimos y morimos en sociedad y la sociedad significa ojos a nuestro alrededor que nos observa todo el tiempo.
Todo cuanto esos ojos reflejan nos afecta directamente y se imprime en cada uno de nosotros. Si todos piensan que somos buenas personas, comenzamos a sentirnos bien, de lo contrario, comenzamos a sentirnos mal. Nuestra identidad depende de los otros, es una hipnosis a través de los demás.
Lo que impresiona a los otros es siempre lo que posees, jamás lo que realmente eres. Cultiva la soledad, vive con los otros, pero no te dejes agotar con ellos.
¡Olvídate de los otros! Por unos minutos mira solo a tu interior, entonces sentirás el sufrimiento y la pena interior, sentirás que te encuentras vacío, en ese momento puede ser que comiences a buscar la riqueza interior, el tesoro que existe dentro de ti, no los tesoros que están esparcidos por todo el mundo.
Muchas son las riquezas externas, pero solo uno el tesoro interior. Muchas son las dimensiones y direcciones externas, pero solo una la meta interior.
Todo cuanto poseas en este mundo te será arrebatado. Sientes que posees cosas, pero cuando mueras esas cosas quedarán aquí y otro a su vez las poseerá. Tus posesiones son solo un sueño, a veces están allí, y otras veces ya no están. Si existe la vida, no es más que un esperar de la muerte. Si buscas lo eterno, estarás en la verdad. Solo puedes poseerte a ti mismo, tu Ser, es lo único que en realidad puedes poseer.
MARMAG-5630
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