viernes, 5 de diciembre de 2008

Ese tonto adolecente que llevamos dentro.

Cuando Rocío Tovar me llamó para escribir una obra basada en la vida de las adolescentes, sus tormentos, sus amores y sus locuras, aspirábamos ambos a hacer algo que tocara profundamente el alma de las jóvenes y de sus padres, pero que además permitiera el lucimiento de sus cuatro actrices cantantes. Cuando me senté a crear me estrellé contra mis prejuicios, mis miedos de padre, mi imposibilidad de banalizar y mi necesidad asfixiante de darle sentido a todo lo que escribo. Planteé una estructura que Rocío corrigió con su experiencia de directora y sus propias necesidades narrativas. Luego escribí otra que resultaba inadecuada: había creado una obra de teatro y no un concierto teatral, que era como Rocío me definía lo que estábamos pergeñando. Me gustaba mi obra, obviamente, pero yo sabía que no le serviría. Finalmente escribí otra pieza hecha de fragmentos basados en las primeras veces de una mujer: el primer beso, el primer encuentro con la muerte, las primeras relaciones sexuales. Todo guiado por una narradora joven -que quiere ser escritora – y un narrador (que Rocío necesitaba) y que haría de padre, amante, etc.
No montaron esta obra. Me la agradecieron, me la pagaron y sirvió (gracias a Dios, sirvió para algo) como disparador de la que hoy se llama Feisbuk.

Llena de canciones, imitaciones, insights adolescentes y mucho humor, Feisbuk es un éxito que demuestra la sintonía que sabe crear Tovar entre su elenco y su público, las jóvenes adolescentes y, por extensión, con ese púber chonguero y hueco que todos llevamos dentro. Con Tovar podría uno debatir sobre estética, moral, psicología, lo que sea, pero ella aunque pierda discusiones sabe ganar en la práctica. Feisbuk enloquece a las chiquillas (incluyendo a mis tres hijas, sus amigas y sus colegios enteros) y se escapa de los corsés, los formatos rígidos y los puntos de vista decimonónicos, así como escamotea temas escabrosos (sexo, religión, drogas, paternidad) bañándolos con azúcar, como le gusta a las chiquillas, y enredándolos para crear ese caos que sólo se entiende en internet. En la wikipedia. En Hi5. Y claro, en Feisbuk. Hay que verla. Para discutir con Tovar y sus polémicos puntos de vista o simplemente para que sus actrices y sus espléndidas voces nos hagan reír con esta parodia de la estupidez adolescente y la desesperación quinceañera.

Escrito por Cesar de Maria

No hay comentarios: