domingo, 3 de octubre de 2010

VIAJE A LA DEFINICIÓN DE LA POBREZA

Paseando por Chan-chan, y embebido de la hermosa cultura Chimú, escuché a un guía explicar a un grupo de niños que los chimúes eran una comunidad rica porque supieron dominar el agua de los ríos para obtener recursos de ese dominio… entonces me planteé de pronto que es imprescindible ‘definir’ un problema para poder atacarlo… paseando por lo que fueron pozos, salas de audiencias, depósitos, viviendas... empecé a darle vueltas a una definición de la pobreza que fuese capaz de focalizar una serie de aspectos sobre los que poder elaborar actuaciones reales… pensé entonces en que la pobreza podría definirse como una condición ‘superable’ del hombre en la que coexisten la ‘privación’ y una ‘ruptura con el ritmo de la sociedad en la que habita’, circunstancias que propician un ‘sufrimiento’ que debe resultar inaceptable para el colectivo.
A partir de este punto, mientras paseaba el lago de nenúfares y patos con verdadero asombro de mis ojos, entendí que lo primero que debemos hacer es buscar las raíces del problema, dónde, cuándo y por qué comienza un hombre a ser pobre… cuál es la etapa más vulnerable del hombre para entrar en el duro mundo de la pobreza… y enseguida determiné [salvando procesos más complicados y situaciones específicas] que la pobreza se patentiza y se adquiere fundamentalmente en la infancia, precisamente porque la infancia viene acompañada de ‘falta de autonomía’ debida al largo proceso de desarrollo de la especie humana… atacar este estadio vital resulta importantísimo, pues con ello resolveremos graves problemas de supervivencia [el niño es un individuo que apenas puede luchar por su supervivencia] que anudarán un crecimiento sano y un desarrollo armónico [circunstancias que ya predisponen por sí mismas a un futuro mejor en el que esos niños puedan desarrollar con facilidad sus potenciales]… pensándolos en clave de futuro [a los niños], podremos ver con claridad que si actuamos sobre una generación con alimentación, salud y formación en la que primen los valores sobre los absurdos contenidos, conseguiremos un impacto muy positivo que a medio plazo fortalecerá de forma impresionante a la comunidad y a todo su tejido social y económico, con lo que nuestra inversión en la infancia quizás sea la mejor forma de lograr un beneficio permanente que propicie un crecimiento social de forma geométrica, lo que aportará la tan deseada ‘sostenibilidad’.
Y aquí me detuve, pues pasó ante mis ojos, muy despacito, un ‘viringo’ [que es el perro peruano sin pelo]… y lo mismo fue un signo, un aviso para que me detuviese en ese justo momento de mi pensamiento, como si ese perro me estuviese diciendo que ya había llegado al final, que no debía seguir, que me quedase en esa verdad y la llevase a términos efectivos desde mis posibilidades… así que el resto del día me dejé llevar tan solo por la mirada en aquel inmenso ejemplo de vida destruida y recuperada solo como Arte e Historia nebulosa y sesgada.
Hasta que llegó la noche no volví a pensar en el hecho de la pobreza y en cómo tramitar su erradicación… entonces, con la noche encima, tomé mi portátil y me puse a picar en mi diario informático todo lo pensado para no olvidarlo… de él dejo estos puntos rápidos de acción sobre la pobreza [entiendo que hay que desarrollarlos, pero en principio me sirve el dejarlos apuntados aquí:
• Resulta imposible obtener las necesidades básicas [hay que trabajar en enseñarles cómo obtener recursos alimentarios y cómo tramitar los asuntos del acceso al agua clorada].
• Pérdida absoluta de identidad [trabajar con la infancia en asentar su identidad].
• No gozan de los Derechos Humanos [trabajar por el desarrollo integral de los niños].
• Incapacidad para acceder al empleo o a los medios de producción por cuenta propia [enseñar técnicas de autoempleo y capacidades para llevarlo a cabo].

No dormí bien esa noche

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