Cuentan que llego un discipulo conmocionado donde un maestro y le dijo:
-Hay un maestro imprecionante en el pueblo . He visto como se clava clavos en sus pies y como se flagela con latigazos y puede soportar su sufrimiento.
El maestro que lo escucha con paciencia y con la comprencion de quien habla con un niño, le dijo:
- Discipulo, a los caballos tambien se les clava los pies y se les azota con el latigo para que troten mas rapido, pero eso no los hace maestros
El mensaje que quiere trasmitir esta historia es que nos cuidemos de los falsos maestros , de aquellos que usan fenomenologias y la paraiencia efectista del misterioso universo del espiritu, como un alma para cautivar nuestros egos.
El verdadero camino de la mejora personal no es milagroso, es lento y requiere de mucha perseverancia, pero es posible recorrerloy paga con creces el esfuerzo.
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