martes, 13 de enero de 2009

Pequeña Muerte


No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo:
en lo más hondo, en lo más alto,
nos arranca gemidos y quejidos,
voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor,
lo que pensándolo bien nada tiene de raro,
porque nacer es una alegria que duele.

"Pequeña Muerte", llaman en Francia a la culminación del abrazo,
que rompiéndonos nos junta
y perdiéndonos nos encuentra
y acabándonos nos empieza.

Pequeña Muerte, la llaman;
pero grande, muy grande ha de ser,
si matándonos nos nace.

Marmag. 098

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