domingo, 11 de enero de 2009


Hoy necesito que me estreches en tus brazos,
amor mío, pues ni la brisa del mar,

ni el rocío de la noche,

ni el rumor de las olas,

ni la caricia del sol

tienen la dulzura de tus brazos.

Hoy necesito que me estreches en tus brazos,

amor mío.

Estréchame tiernamente, bésame,

toca mi piel ansiosa de tus brazos

antes de que el sol desaparezca sobre el mar,

porque ni el sol, ni el cielo, ni la tierra, ni el mar

tienen la dulzura de tus brazos.

Hoy necesito que me estreches en tus brazos

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