viernes, 23 de octubre de 2009

LA BARCA . MANUEL CORNEJO


La barca... la barca...
Así: sólo con decir: La barca,
huele a marisma la boca
y sabe a sal la palabra.
La barca...la barca...
Así : con sólo decir: La barca.
¿ Qué cuánto quiero por ella...?
¡ Venga conmigo a la playa !.
Por una quilla de oro
y dos remos de esmeralda,
le vendo...el aire que hay dentro.
Por una rosa de nácar,
...la arena donde se acuesta.
Y por un timón de plata,
ese mar en dormivela
en el fondo de la barca,
donde estrellas marineras
reman de noche a sus anchas.
Aire, arena y agua.¡ Todo
lo vendo...menos la barca !.
Aquí la tiene: bonita
como novia enamorada
por la quilla, sueño verde,
por la vela, nube blanca.
Cuando está en la playa pienso:
¿...si soñará con el agua...?
Cuando está en el agua, digo:

¿...si soñará con la playa...?
La trato como a mujer,
y así está ella: le saltan
la presunción y el orgullo
cuando duerme y cuando anda.
...Con decirle...¡ que le viene
pequeña toda la playa !.
Que en esto de los amores,
mujer y barca se pasan
de orgullosas, por queridas,
de presumidas, por guapas.
..¡ Y cuando se lanza al mar,
además de guapa. brava...!
Mete el pecho, hunde el casco,
se enjoya de espuma blanca,
cruje el agua en las amuras,
ella, altiva, la rechaza,
y cuando se deja atrás
la nieve, el oro y el nácar,
se esponja, se empina, se
contonea y se acicala,
como hembra que se sabe
fina, bonita y en andas.

¡ Una reina, no sería
tan reina como mi barca !.
...¡ Y si viera cuando corre...!
¡ Caballo con la crin blanca,
que va levantando polvo
de espuma sobre esmeraldas.
Algunas noches la luna
suele tirar sobre el agua
un rayo que dicen que es
un camino o una espada.
Y yo sé que no es un rayo,
sino una alfombra de plata
que va tendiendo la luna
para que pase mi barca.
Y en esas noches de luna
se pone a bailar mi barca,
bata de cola de espuma
peina la vela salada.
Al embrujo de su baile,
el mar se enamora y baila.
Y mientras que las estrellas
se asoman a sus ventanas
para llevar el compás
con sus manitas de plata,
baila el viento con la vela,
baila el remo con el agua,
bailan la luna y el pez,
la sombra y la luz, y bailan
el timón con las espumas
y las olas con mi barca.

...¿ Qué cuánto quiero por ella...?
Mi barca no es sólo barca:
cuna, mástil, timón, remo,
quilla verde y vela blanca.
Mi barca es la sal del mar,
que se hizo piropo y gracia,
con un nombre: Soledad,
sobre este nombre: Mi barca.
Mi barca...mi barca...
Así: con sólo decir: mi barca,
huele a marisma la boca
y sabe a sal la palabra.



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