jueves, 12 de junio de 2008

POR UN PUÑADO DE GARBANZOS


Las metas que nos trazamos nos dan oportunidades para superarnos, el problema està cuando perdemos la perspectiva de su importancia .


Cuentan que en la India los cazadores esconden botellas con garbanzos en la selva para atrapar a los monos, Los monos meten la mano en la botella para sacar los garbanzos , pero, al estar la mano llena y querer sacarlas, no sale por la boca de la botella. Los monos pierden la agilidad y la velocidad para huir. Pueden soltar los garbanzos y sacar la mano de la botella para salvarse, pero no lo hacen. El mono, ensimismado con el deseo y la ambicion de obtener los garbanzos, no ve que en poco tiempo serà el menù del cazador.

¿Cuantas veces en este mundo somos como esos monos de la India? Tratamos de lograr nuestras metas a toda costa, aunque en el camino sacrifiquemos a nuestra familia, a nuestra pareja y, sobre todo , nuestra salud. Lo peor es que basamos nuestra felicidad o miseria en el logro de los objetivos. Tener metas es importante; el problema es cuando las metas nos tienen a nosotros, es decir, cuando estamos apegados a los resultados.

Anthony De Mello define el apego como la crencia de que nuestra felicidad depende de personas o aspectos externos a nosotros.

Cuando estampos apegados tenemos muchas emociones negativas y miedo de no conseguir los resultados porque, subconcientemente, consideramos que nuestra felicidad depende de ellos. Por ejemplo, cuando queremos ganar un nuevo puesto en el trabajo, cuando preparamos un informe para nuestros jefes, cuando llevamos a cabo un evento y queremos que salga perfecto.

No esta demas buscar la excelencia en lo que hacemos; el problema està cuando creemos que el logro de nuestro objetivo que buscamos define nuestra paz y tranquilidad, . Desapego no significa desinteres, sino la conciencia de que valemos por lo que ya somos y no por el èxito en alcanzar una meta. Cuando estamos apegados y no logramos los objetivos , nos molestamos, nos da còlera, sufrimos y hasta maltratamos a nuestro entorno, buscamos culpables de los fracasos. Como consecuencia generamos stres y èste deterioro de salud de nuestro cuerpo. La pregunta es ¿vale la pena?.

Imaginese a un buzo que baja con tanques de oxigeno al fondo del mar. Se golpea, pierde la memoria y cae soltando la boquilla de oxìgeno. Al poco tiempo se despierta y se da cuenta de que debe llegar a la superficie. Trata desesperadamente de subir, pero le falta aire. Sufre, le da miedo no llegar a su meta para salvarse. Sobre su espalda tiene todo el aire que necesita para estar tranquilo. El problema es que no se da cuenta.

Cuando nos trazamos metas en nuestra vida, muchas veces somos como este buzo : nos desesperamos por llegar a la meta y nos ahogamos .La meta solò deve darnos la direcciòn de un camino que devemos recorrer con desapego. El camino a la vision presenta muchos obstaculos , razòn por la cual devemos tomar una posicion de observador que nos permita ampliar nuestra perspectiva.

Cuentan que en una oportunidad , cuando estaba cumpliendo su vision de divulgar sus enseñanzas al mundo. Buda fue insultado groseramente por unas personas. Buda los mirò y siguìo caminando como si nada pasara. Un discìpulo se le acercò y le dijo: " Maestro, esto no puede quedar asi. ¡Esas personas lo han insultado! No voy a permitir que insulten a mi maestro. ¡Les dare su merecido!" Buda le contesto "Discipulo, cuando alguien te da un regalo y no lo aceptas ¿de quien es el regalo? Yo veo que tu lo has aceptado y ahora lo quieres devolver."

De la misma forma , en el camino a la misiòn habrà muchos regalos o, mejor dicho, obstàculos. Sòlo usted decide si lo acepta, comprometiendo su salud, bienestar y tranquilidad, o toma una actitud de desapego que le permita mantener el balance en la vida.

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