martes, 13 de enero de 2009
Felis Año 2009
La tradición manda recibir el nuevo año al ritmo marcado por las doce campanadas del reloj y comiendo una a una las doce uvas de la suerte pero este no es el único ritual necesario en la Nochevieja, otras costumbres y otras culturas realizan gestos aún mucho más extraños.
Las doce uvas
Nadie sabe a ciencia cierta cual es el origen de las doce uvas y desde cuando se decidió que atraen la buena suerte. Hay teorías que echan la culpa de esta tradición a unos viticultores alicantinos a los que allá por 1909 les sobraba la cosecha de uva, otros aseguran que la costumbre se inició en Italia por una situación parecida y con el fin de colocar un excedente de cosecha. Los más forofos de las uvas de la buena suerte aseguran que sus inventores fueron los hebreos a los que les gustaba regalar a sus invitados al final del año una uva por dada hora que habían pasado juntos.
Oro en la copa
Una manera de asegurarse la buena suerte que proporciona el brindar con champán en fin de año es poner algo de oro, mejor un anillo, en la copa en el momento del brindis. No hay que sacar el oro de la copa hasta después de beber y de abrazar a los presentes en el momento de celebrar la llegada del año, de lo contrario el ritual no vale.
Si se coloca la alianza de boda en la copa de la pareja la duración y estabilidad del matrimonio está garantizada por un año. También sirve esta fórmula para asegurarse el amor de una persona, sólo hay que colocar un anillo en su copa en el momento del brindis y dejar que beba, ya no podrá resistirse.
Brindar con champán
Brindar con champ án da buena suerte y no es para menos si se piensa que sus orígenes está en evitar la muerte por envenenamiento. Entre las malas costumbres de los griegos estaba la de cargarse a sus invitados poniéndoles unas gotitas de veneno en el vino con el que se les obsequiaba después de una estupenda cena. La moda del envenenamiento en la copa fue copiada después por los romanos y por alguna que otra civilización. Como antídoto el más eficaz era que primero bebiese el anfitrión y, comprobado su estado de salud, bebieran los demás… de ese gesto al brindis sólo hay un paso.
Con las maletas a la calle
Si lo que de verdad le gusta es viajar y no lo tiene fácil, la mejor manera de asegurarse que el año será movido es buscar un momento después de las uvas y antes de que empiece la fiesta, coger maletas -no importa vacías- y dar con ellas varias vueltas a la manzana de su casa. Otra fórmula un poco más cómoda pero menos efectiva de asegurarse el placer de viajar en el año nuevo es llevar en el bolsillo un billete de avión o de tren en el momento de las doce campanadas.
Abrir las ventanas
Las uvas y el champán son imprescindibles para entrar en el nuevo año con buen pie pero a este gesto hay personas que añaden otras manías particulares. En algunos países sudamericanos el año nuevo se recibe siempre con las ventanas abiertas.
El objetivo no es otro que arrojar por la ventana todo lo malo del año que se va y recibir lo bueno del que viene. En España, dadas las temperaturas de la Noche Vieja esta costumbre no se ha arraigado mucho aunque hay casas en las que rizan el rizo y además de abrir las ventanas tiran por ellas un barreño de agua o al menos un vaso.
La costumbre es cubana y la finalidad del agua es la misma, tirar por la ventana los malos espíritus del año anterior. Los más sofisticados además tiran las copas con las que acaban de brindar, este gesto trae suerte. Para tener especial buena suerte en este año mágico el orden debe de ser: uvas con campanadas -sin perderse en los cuartos- brindis con champan, vaso de agua por la ventana, vuelta a beber otro sorbito y arroje su copa.
Los papelitos
A todos nos interesa saber que nos traerá el año que empieza. Una manera fácil de averiguarlo es escribir en tres papelitos, bueno, malo y regular. Se doblan y se colocan debajo de la almohada.
En la mañana de Año Nuevo se coge uno de estos papelitos y según lo que salga, así será el año. Con este sistema siempre se corre el riesgo de que el año pueda salir malo por lo que no es muy recomendable. Para asegurarse que salga bueno a pesar de todo, una fórmula es pisar un papel rosa mientras se toman las uvas.
Ropa interior roja
El color de la ropa es algo muy importante en la noche vieja. La tradicción dice que hay que recibir el Año Nuevo con una prenda interior roja, si el año que entra es bisiesto es mejor sustituir el rojo por el rosa, pero este no es el caso del próximo año.
El rojo atrae la suerte y es un color imprescindible para asegurarse que todo va a ir bien en el nuevo año. Un cordón rojo en la muñeca izquierda, un emvoltorio rojo o un lazo rojo para adornar las uvas.
Los zapatos
También se puede averiguar como será el nuevo año tirando al alto un zapato en la mañana del día de Año Nuevo. Si cae boca arriba significa buena suerte, de costado regular y boca abajo mala suerte.
Otro ritual que se puede hacer también con un zapato es escribir tres deseos en un papel, meterlos en el zapato derecho y tenerlo bien guardado junto al pie en el cambio de año. Por lo menos uno de estos tres deseos se cumplirá.
Si lo que se quiere garantizar es que el año nuevo nos traerá dinero, los zapatos también son fundamentales. En ese caso hay que meter en el zapato derecho un billete y pasar con el toda la Noche Vieja. La costumbre es americana así que se suele hacer con un dólar que, por otra parte, es el símbolo del dinero.
Lentejas mágicas
Las lentejas no suelen estar en los menús de los restaurantes en el Fin de Año pero en este caso está justificado llevarse una tartera de casa. Hay personas que aseguran que para que la magia de las lentejas sea efectiva hay que tomarlas inmediatamente después de brindar con champán en el momento del cambio de año. La costumbre viene de Italia y allí muchas personas la sustituyen por las uvas.
En España hay quienes añaden una cucharadíta de lentejas estofadas al menú de Fin de Año, después de las uvas y el champán. También se pueden tomar en la mañana de Año Nuevo, inmediatamente después de levantarse -no importa la hora- Las lentejas son muy nutritivas, aportan hierro y es seguro que son buenas para la resaca pero, sobre todo tienen poderes mágicos y garantizan buena suerte para todo el año
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