No pude reprimir mi alegria ante el nacimiento de SPENCER WLADIMIR JOSHUA mi primer nieto, que vino para felicidad de sus padres sobre todo pero a mi que re estreno el abuelazgo me puso re-muy feliz, Por eso ayer escuché por radio este mensaje leído por un excelente locutor Hector Larrea que me dio en el punto justo emocionándome tanto que quise compartirlo con todos los lectores de esta página.No soy poseedor de vena poética por lo cual me apropio de esto que es lo que me gustaría que el interprete algun día cuando yo no esté .Mario
MENSAJE A MI NIETO
Llegaste a mi al declinar la tarde
-hermosa realidad de un largo sueño-
y fue al fin del otoño primavera,
y del tronco añoso hubo un retoño nuevo.
Hijo de un hijo,doblemente hijo,
eso eres,mi nieto,
que hoy has venido a prolongar mi vida,
mi nombre ,mi recuerdo...
Quizá repitas en tu vida de hombre
algunos de mis rasgos y mis gestos;
mas quiera Dios que en ti no se repitan
mis errores,tampoco mis defectos.
Nieto,mi nieto,escucha:
se un ser útil y bueno.
Toma,no mas,lo que tu mano pueda
contener sin esfuerzo;
quien posee muchas cosas es su esclavo,
quien tiene pocas cosas es su dueño
y es mas libre además;no olvides nunca
que la libertad es bien supremo.
Recuerda que alguien escribió un día
sobre la puerta de su cas esto:
"Todo era de otros y todo será de otros"
y yo agrego:
que no es mas rido el que posee mas bienes
sino aquel que atesora mas recuerdos.
Sé sencillo,cordial,afectuoso,
que siempre has alguien que demanda afecto.
Tal vez no alcances gran sabiduría,
acaso no poseas gran talento;
no importa,hay un talento,el que mas vale,
y es el del corazón,procura haberlo;
para ello trata de guardarlo puro
el corazón,como el de un niño,y luego,
ya hombre,puedas conservar por siempre
al niño aquel que fuiste en el comienzo;
que así tendrá mejor sabor la vida
y mejor gozarás cuanto hay de bello.
Nieto mio,repito:
procura ser útil y ser bueno;
hoy te lo pide el padre de tu padre,
por dos veces tu padre,que es :TU ABUELO.
MARIO EDWARD.
jueves, 23 de diciembre de 2010
martes, 21 de diciembre de 2010
¿ SABEN QUE SE CELEBRA EL 25 DE DICIEMBRE?
¿SABEN QUE SE CELEBRA EL 25 DE DICIEMBRE?
¿Sí, verdad?
Bueno, pero les voy a decir:
El 25 de Diciembre, es el cumpleaños de JESUCRISTO.
Con anticipación nos preparamos para la gran fiesta, participamos todos, armando el árbol de Navidad y el pesebre, realizamos compras y compras, los niños y niñas son los mas entusiasmados al ver infinidad de juguetes, compramos regalos para todos, cuando llega el gran día nos reunimos familiares, y a veces con amigos, nos llenamos de alegría con el acontecimiento más esperado como es el nacimiento de Jesús, que es luz para todos nosotros y para el mundo. Hacemos una gran cena, al llegar la media noche, hacemos el brindis, nos deseamos Feliz Noche Buena, abrimos los regalos, cenamos, y en ciertos hogares hasta se baila. Pregunto ¡ Será verdad que todo es felicidad!.
¿Pero saben?
¿Nos acordamos que:
Hay hogares en los que no tienen esta y todas las noches ni un pan para comer? ¡No, es verdad!
¿Que hay niños y niñas llorando por un juguete, porque sus padres no tienen? ¡No, es verdad!
¿Que hay ancianos, jóvenes y niños muriendo de hambre y de frío en las calles todos los días?
¡No, es verdad!
¿Y sobre todo, nos acordamos de invitar a JESUCRISTO a celebrar su cumpleaños?
¡No, es verdad!
¡Reflexión!
Navidad es mucho mas que una tradición, Navidad es la ocasión para poner a Jesús en el centro de la espiritualidad ya sea personal, familiar o en la Comunidad en que vivimos, porque Dios nos ama y desea que su luz siempre brille en nuestros corazones como la Estrella de Belén que brillo en Oriente para guiar a los Reyes Magos.
Navidad es época para Perdonar, dar Amor, Comprensión, Paz y Justicia a la humanidad, que en todos los hogares haya humildad, unión familiar, amor al prójimo y sobre todo tener fe y amor a JESUCRISTO nuestro salvador, JESÚS dio su vida por amor a sus hijos muriendo en la Santa Cruz y nos dejó su ejemplo a todos nosotros para seguir sus huellas. Es por eso que debemos amarle, alabarle, respetarle, honrarle, pedirle perdón, agradecerle por todo las maravillas que El hace en nuestras vidas. Debemos sobre todo dar mucho amor compartiendo lo mucho o lo poco que El nos da con nuestros semejantes, pero no solo en Navidad sino todos los días de nuestra vida porque el compartir es amar, el amar es estar en gracia de Dios y su Luz siempre brillará en todos nosotros y El nos dará paz en nuestros corazones.
Oración
Padre amado y misericordioso, te doy gracias por todo lo que nos das a pesar de no merecerlo, gracias señor especialmente por tu inmenso amor y el perdón de los pecados, Padre, ten piedad y misericordia, derrama bendiciones y cúbrenos con tu santísimo manto a toda la humanidad. Señor en esta Navidad cambia todos los corazones que están en tinieblas y déjalos ver tu Luz, haz que el amor, la paz, y la fe estén siempre en nuestros corazones para luego poder colaborar contigo en la salvación del mundo. Todo esto te lo pedimos en nombre de tu hijo amado Jesús que vive y reina por los siglos de los siglos amén.
FELIZ NAVIDAD
mARIO gONZALES
cAJAMARCA pERU
TRISTEZA DE NAVIDAD
Tristeza de Navidad... ¿Qué contradictorio, no?, si la navidad es época de felicidad , de encuentro, de gozo, de paz, de solidaridad, de amor......
Pero lamentablemente para mucha gente es así, es tristeza de navidad.
Porque tal vez están solos en sus casas, en una cama de hospital, en un asilo de ancianos, de guardia en un puesto de trabajo lejos de su familia, o simplemente solos sin familia......
Tal vez para ellos el 24 sea una noche más... noche de acostarse temprano... mirando por la ventana la felicidad de los demás, noche de más bullicio, noche de bocinas de autos que ríen sin cesar... noches que además tienen ese vacío en algún lugar del alma.
A todos ellos les digo rotundamente que NOOOOOO!!!... que NO es así. Que no debemos permitirnos que sea una noche más.
Debemos atrevernos a encontrar la navidad dentro de nosotros, sí.. dentro nuestro, porque es allí donde esta ¡!!!!!
Muchos podrán decir ¿Cómo?, ¿De que manera?, es imposible!!!!!!!!...
Entonces le propongo lo siguiente:
Pongámonos nuestra mejor ropa, mirémonos al espejo porque allí esta uno los invitados de esta noche...
Invitemos ahora al recuerdo más lindo de la infancia, busquemos en ese cajón olvidado la carpetita que nos tejió la abuela, aquellas figuritas del álbum con brillantina, la revista de historietas que quedó por ahí...
Luego invitemos al recuerdo de ese amigo imborrable, la foto que nos sacamos juntos, la carta que alguna vez nos escribió, ese regalo que nos hizo, las salidas a los bailes del 24 después de saludar a la familia...
Invitemos también al recuerdo de los familiares que ya no están, aquellos con los cuales compartíamos esas largas mesas navideñas, que a la hora de descorchar las botellas nos tapamos para que nos caiga encima el corcho y escuchar el grito de todos “¡será el próximo en casarse!!!!!”...
Y por ultimo invitemos al “espíritu de la navidad”, ese deseo de paz y amor que todos llevamos dentro, para que cuando lleguen las 12 abracemos fuerte esos recuerdos, demos un beso a la ausencia y como dijo Arjona “ realmente no estoy tan solo, quien te dijo que te fuiste?, si cargaste con el cuerpo , pero no con el recuerdo”.
Por ello a quienes esta navidad sienten la soledad, le propongo cargarnos de recuerdos, y tal vez si se animan... solo tal vez... escribir sobre ellos...
Y desde hoy no se olviden que yo también esteré en su recuerdo con este mensaje y Uds. En el mío... ya somos dos... entonces ya no estamos solos.
¡Feliz navidad!!!!!!!!!!!!!!.
Mario Gonzales
Cajamarca Peru
NAVIDADES DE AYER
Recuerdo las navidades de mi infancia, algo lejanas en el tiempo,
pero sin duda alguna, nada lejanas para el corazón.
Recuerdo aquellas navidades, sin arbolito ni nacimiento
como aqui se estila, ni pavo a las 12 de la noche... solo una que otra
lucecita encendiéndose y apagándose monótonamente junto a la
ventana de mi habitación. Mis hermanos y yo, nunca esperabamos
regalos ostentosos, solo algún que otro juquetín a pilas o no, que
nos iluminara los ojos, pero sobre todo el alma.
Era todo lo que la economía de papá podía
comprar. Más, a cambio de aquellos regalos que hoy asombran la
inocencia de los niños de hoy, los niños de ayer, o por lo menos
los niños de aquel ayer, nos contentábamos realmente con poco.
Una bengala encendida antes de las 12, un emocionado:
"¡ya nació el niño Dios!", la alegría en los ojos de mamá...
¿Era necesario pedir más?
Nosotros los niños, nunca esperábamos las 12 de la noche despiertos,
la tradición de todos en casa era que nos fuéramos a dormir mucho antes,
con la promesa: "mañana al despertar verán lo que el niño les ha traído".
Asi, prestos no ibamos a dormir, pensando en maravillas, preciosas
maravillas de las que solo pueden imaginar los niños en nochebuena.
Al amanecer, ni bien nos revolvíamos en nuestras camas con los primeros
albores del nuevo día...oh sorpresa!, si, era verdad! el niño ha llegado hasta
nosotros y nos ha dejado sobre la cama...y envueltos en papel de regalo!
Como no recordar esas emociones, como olvidar aquel sonido mágico del
juguete dentro de aquel papel multicolor.
Recuerdo las navidades de mi infancia, algo lejanas en el tiempo,
pero sin duda alguna, nada lejanas para el corazón.
Seguro que tampoco lo son para tu corazón...
Jesús Carpio
37 años
Ilo, Moquegua, Perú
Cuando Jesús Nace | El cumpleañero de Navidad | Es Navidad | El Espíritu de la Navidad
UNA TREGUA
Mensaje de Navidad de Eva Perón en 1951,
leído por ella misma en su lecho de enferma.
"…Esta noche hacemos una tregua de amor en el camino de nuestras luchas y de nuestros afanes; y sólo pensamos en las cosas buenas y bellas que nos ha regalado la vida en el año que se acaba hundiéndose ya como un cometa en el horizonte de la eternidad, dejándonos una estela de recuerdos en el alma...
No puede haber amor donde hay explotadores y explotados. No puede haber amor donde hay oligarquías dominantes llenas de privilegios y pueblos desposeídos y miserables. Porque nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados y ninguna oligarquía pudo darse con ningún pueblo el abrazo sincero de la fraternidad...
Y por fin, yo me permito reunir simbólicamente la copa con que brinda cada uno de ustedes con mi propia copa, que contiene la misma sidra humilde, con la misma sencillez de nuestro corazón. Levanto al cielo con ella los deseos, los sueños y las esperanzas de todos, para que en esta noche prodigiosa el amor infinito los toque con la vara de sus milagros y los convierta en realidad."
Eva Perón,
Argentina,
1951.
EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD
He estado leyendo muchísimas cartas que dirigen a Papá Noel los niños y también los mayores. En la mayoría de ellas se enumeran los regalos que cada uno quiere recibir en esas fechas. En cambio muy pocas o casi ninguna recuerda el verdadero espíritu de la Navidad.
El Nacimiento del Niño Dios para redimir al mundo, y la obra de San Nicolás de ayudar a los niños pobres, fueron el origen de los obsequios que se reciben en la Nochebuena.
¿Cuál es el verdadero significado de esos regalos? ¿Hemos ayudado al prójimo? ¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que menos tienen? ¿Nos hemos puesto a reflexionar que en medio de tantos problemas de la vida actual, siempre hay muchos que tienen muy poco, mucho menos que nosotros? ¿Hemos recordado a los niños que yacen enfermos en hospitales y que quizás nunca tuvieron un juguete o una golosina navideña?
Aún estás a tiempo de ayudar a los demás, pues en cualquier fecha podemos revivir el espíritu de la navidad, el sentido de solidaridad hacia los demás.
Abre tu corazón a quien necesita tu ayuda; y no esperes a que te la pida para ofrecerla.
Haz un sacrificio para compartir con otros tus cosas, y notarás que -aunque no te traigan el regalo anhelado en Navidad- te sentirás satisfecho, con el corazón repleto de gozo, por haber realizado una obra de bien.
Jesús repartió los panes.
Reparte tú lo que puedas compartir.
viernes, 17 de diciembre de 2010
¿Diálogo de Sordos?
Dos acontecimientos políticos recientes sugieren que estamos enfrascándonos, en un año electoral, en un diálogo de sordos. La tragedia de Bagua muestra lo difícil que es, incluso con buena voluntad, ponerse de acuerdo sobre hechos, motivaciones y consecuencias, particularmente cuando se confrontan maneras diferentes de ver el mundo. Los desencuentros entre miembros de la Comisión Investigadora ponen de manifiesto estas dificultades —derivadas de posiciones antagónicas sobre el uso de los recursos naturales, los derechos de las comunidades nativas, y lo que es el “desarrollo” en el Siglo 21. Los agrios debates acerca del Museo de la Memoria muestran lo duro que es para muchos considerar, no digo aceptar, la validez de puntos de vista diferentes a los suyos.
Esto no es nuevo. En nuestra historia reciente los espacios de diálogo constructivo se han reducido al mínimo, para recuperarse parcialmente con enorme esfuerzo. La Mesa de Diálogo auspiciada por la OEA y el gobierno de Canadá, luego de la renuncia de Alberto Fujimori, fue uno de esos esfuerzos que ayudó a sentar las bases de un consenso razonable para la transición política. Los precarios espacios de diálogo se debilitan en períodos electorales: las ofertas políticas antagónicas llaman más la atención y rinden mejores dividendos.
Tres espacios de diálogo político son de singular importancia en la actualidad. El primero es el Congreso, cuyas limitaciones todos conocemos. Las propuestas de reforma hechas a la ligera y en función de cálculos electorales, no deberían discutirse en un año electoral. Sería mejor convocar a un grupo plural de ex-parlamentarios, constitucionalistas, expertos en sistemas electorales y ex-autoridades regionales y locales, para proponer opciones de reforma para consideración del Congreso que será elegido en 2011.
El segundo espacio es el Acuerdo Nacional, sobre el cual persisten aún concepciones erradas. He escuchado frecuentemente decir que el Acuerdo “no hace nada” y que sus decisiones “no se llegan a implementar”. El Acuerdo Nacional no es una entidad operativa, y ni puede ni debe, inmiscuirse en los ámbitos de acción del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Es una instancia de pedagogía y práctica política al más alto nivel, cuya función es demostrar que el diálogo respetuoso y constructivo es posible y fructífero. Las 31 Políticas de Estado aprobadas por el Acuerdo no son, ni deben considerarse, como un plan de acción, sino como muestra de que es posible conciliar puntos de vista diferentes, aún sea en términos generales. La práctica, a veces tediosa y lenta, de escuchar al otro y hacer un esfuerzo por entenderlo, es parte esencial de los procesos democráticos. Si bien todo esto es más difícil en períodos electorales, espero que sea posible preservar y fortalecer este valioso espacio de diálogo y formación de consensos. Nos hará falta cuando menos lo imaginemos.
El tercero es el Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), que sigue siendo un signo de interrogación. Si no llega a definir prioridades con claridad y a vincularlas directamente con la formulación del Presupuesto de la República, la agenda legislativa, y la gestión y evaluación de desempeño en el sector público, habrá perdido una oportunidad cuyo surgimiento tomó mucho tiempo y esfuerzo. El “Plan Perú 2021” es un buen documento de diagnóstico y de lineamientos de política, pero sus metas, indicadores y programas estratégicos tienen una precisión ilusoria y permanecen aún en el nivel del “hay que….,”. Falta mucho para que el CEPLAN pueda convertirse en un espacio de diálogo, consenso y toma de decisiones vinculantes, como debería ser.
Bagua y el Museo de la Memoria, así como los resultados de la Mesa de Diálogo post-Fujimori, nos recuerdan lo importante que es el diálogo y el consenso para el futuro de nuestro país. Las limitaciones del Congreso y el CEPLAN, y la expectativas excesivas sobre el Acuerdo Nacional, hacen necesario prestarles más atención y resguardarlos.
Esto no es nuevo. En nuestra historia reciente los espacios de diálogo constructivo se han reducido al mínimo, para recuperarse parcialmente con enorme esfuerzo. La Mesa de Diálogo auspiciada por la OEA y el gobierno de Canadá, luego de la renuncia de Alberto Fujimori, fue uno de esos esfuerzos que ayudó a sentar las bases de un consenso razonable para la transición política. Los precarios espacios de diálogo se debilitan en períodos electorales: las ofertas políticas antagónicas llaman más la atención y rinden mejores dividendos.
Tres espacios de diálogo político son de singular importancia en la actualidad. El primero es el Congreso, cuyas limitaciones todos conocemos. Las propuestas de reforma hechas a la ligera y en función de cálculos electorales, no deberían discutirse en un año electoral. Sería mejor convocar a un grupo plural de ex-parlamentarios, constitucionalistas, expertos en sistemas electorales y ex-autoridades regionales y locales, para proponer opciones de reforma para consideración del Congreso que será elegido en 2011.
El segundo espacio es el Acuerdo Nacional, sobre el cual persisten aún concepciones erradas. He escuchado frecuentemente decir que el Acuerdo “no hace nada” y que sus decisiones “no se llegan a implementar”. El Acuerdo Nacional no es una entidad operativa, y ni puede ni debe, inmiscuirse en los ámbitos de acción del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Es una instancia de pedagogía y práctica política al más alto nivel, cuya función es demostrar que el diálogo respetuoso y constructivo es posible y fructífero. Las 31 Políticas de Estado aprobadas por el Acuerdo no son, ni deben considerarse, como un plan de acción, sino como muestra de que es posible conciliar puntos de vista diferentes, aún sea en términos generales. La práctica, a veces tediosa y lenta, de escuchar al otro y hacer un esfuerzo por entenderlo, es parte esencial de los procesos democráticos. Si bien todo esto es más difícil en períodos electorales, espero que sea posible preservar y fortalecer este valioso espacio de diálogo y formación de consensos. Nos hará falta cuando menos lo imaginemos.
El tercero es el Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), que sigue siendo un signo de interrogación. Si no llega a definir prioridades con claridad y a vincularlas directamente con la formulación del Presupuesto de la República, la agenda legislativa, y la gestión y evaluación de desempeño en el sector público, habrá perdido una oportunidad cuyo surgimiento tomó mucho tiempo y esfuerzo. El “Plan Perú 2021” es un buen documento de diagnóstico y de lineamientos de política, pero sus metas, indicadores y programas estratégicos tienen una precisión ilusoria y permanecen aún en el nivel del “hay que….,”. Falta mucho para que el CEPLAN pueda convertirse en un espacio de diálogo, consenso y toma de decisiones vinculantes, como debería ser.
Bagua y el Museo de la Memoria, así como los resultados de la Mesa de Diálogo post-Fujimori, nos recuerdan lo importante que es el diálogo y el consenso para el futuro de nuestro país. Las limitaciones del Congreso y el CEPLAN, y la expectativas excesivas sobre el Acuerdo Nacional, hacen necesario prestarles más atención y resguardarlos.
EL FUTBOL ESTA DE LUTO
EL FUTBOL ESTA DE LUTO , GANO LAS ELECCIONES PARA PRESIDENTE DE LA FEDERACION DE FUTBOL LA RATA DE DOS PATAS, LA MALDITA SANGUIJUELA QUE ESTA HACIENDO DAÑO A NUESTRO FUTBOL, TOMEMOS CONCIENCIA CIUDADANA POR FAVOR DONDE ESTAMOS.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
el peru soy yo
Después de leer diversos artículos sobre la vida y obra de Mario Vargas Llosa, a raíz de recibir el Premio Nobel, no queda duda de que se trata de un peruano de pura cepa. Durante la campaña de 1990, curiosamente se vendió la idea de que era un peruano a medias, alto, blanco y pituco, radicado en Europa, que desconocía los dramas de su terruño. En cambio, Alberto Fujimori era presentado por la prensa oficial como un peruano auténtico, que conocía de nuestra idiosincrasia y se desenvolvía como pez en el agua en costa, sierra y selva. Nada más falso. Mario Vargas Llosa es, como él mismo lo afirma, el Perú.
El rey sol, Luis XIV, fue quien dijo: “el Estado soy yo”, pero lo dijo como si fuese una apropiación del estamento político por naturaleza. “El Perú soy yo”, pronunciado con emoción por Mario Vargas Llosa, alude a la idea de nación, a la diversidad cultural que nos constituye. Representa la figura del recipiente, que recibe una vasta tradición, una lengua que almacena, recrea y revive en la polémica intelectual.
La identidad, la historia y la posibilidad de futuro es un tema que nos concierne y ha sido abordado, como corresponde, en la obra de Mario Vargas Llosa. De todos los escritores peruanos solamente con uno mantiene una relación entrañable: con José María Arguedas, quizá el compatriota más sufrido y humillado, el único que tuvo una visión interior del indio. “Un escritor responsable –afirma Vargas Llosa– escribe siempre a partir de una experiencia y los modernistas no tenían la menor experiencia de lo indígena”.
Si Zavalita, su personaje más cercano, es Vargas Llosa, su drama equivale al drama del Perú y el drama del Perú es el suyo propio. “Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?”. “El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución”. Las reflexiones son ambivalentes, pues provienen tanto del narrador como del personaje, eso no queda del todo claro, pero lo cierto es que la interrogante atraviesa tanto el destino del país como el de Zavalita en un acoplamiento desgarrador.
Mario Vargas Llosa nos lo ha recordado una vez más: ser un peruano de corazón, un peruano bueno, significa hacerlo a través de nuestros ríos profundos, aquellos vasos comunicantes que permiten acercarnos a ese tronco común y existir, querernos y respetarnos.
El rey sol, Luis XIV, fue quien dijo: “el Estado soy yo”, pero lo dijo como si fuese una apropiación del estamento político por naturaleza. “El Perú soy yo”, pronunciado con emoción por Mario Vargas Llosa, alude a la idea de nación, a la diversidad cultural que nos constituye. Representa la figura del recipiente, que recibe una vasta tradición, una lengua que almacena, recrea y revive en la polémica intelectual.
La identidad, la historia y la posibilidad de futuro es un tema que nos concierne y ha sido abordado, como corresponde, en la obra de Mario Vargas Llosa. De todos los escritores peruanos solamente con uno mantiene una relación entrañable: con José María Arguedas, quizá el compatriota más sufrido y humillado, el único que tuvo una visión interior del indio. “Un escritor responsable –afirma Vargas Llosa– escribe siempre a partir de una experiencia y los modernistas no tenían la menor experiencia de lo indígena”.
Si Zavalita, su personaje más cercano, es Vargas Llosa, su drama equivale al drama del Perú y el drama del Perú es el suyo propio. “Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?”. “El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución”. Las reflexiones son ambivalentes, pues provienen tanto del narrador como del personaje, eso no queda del todo claro, pero lo cierto es que la interrogante atraviesa tanto el destino del país como el de Zavalita en un acoplamiento desgarrador.
Mario Vargas Llosa nos lo ha recordado una vez más: ser un peruano de corazón, un peruano bueno, significa hacerlo a través de nuestros ríos profundos, aquellos vasos comunicantes que permiten acercarnos a ese tronco común y existir, querernos y respetarnos.
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